11 de noviembre de 2011

Beto Ortiz: “Jessica Tapia y yo no seremos dupla”

Cortesía: www.lamula.pe


El periodista y escritor Beto Ortiz estuvo en el programa de Las Entrometidas a raíz de su regreso a la televisión peruana. Allí Beto dio algunos alcances sobre el programa. “Jessica Tapia y yo no seremos dupla”, especificó, aunque dejó en claro que ambos tendrán segmentos distribuidos. También reveló detalles de la reunión y aclaró los motivos de su salida de Panamericana Televisión. “Ya hacía como tres semanas que estaba con ese bichito de “¿Y si me voy hoy día? ¿Y si ya no vengo mañana?”, dijo al respecto.

Aquí la entrevista completa que tuvo con Maritza Espinoza.

Antes de hablar de los proyectos, cuéntanos bien. Sobre tu salida del canal 5, sólo sabemos que se te ocurrió y te fuiste, ¿cómo fue?
Tú sabes que en el periodismo los vaivenes de la coyuntura, de los propietarios, del momento político o de tus fobias con determinado personaje pueden hacer que estés o que no estés en la televisión. A raíz de los acontecimientos recientes en mi vida profesional tenía una especie de espina en ese sentido. Cuando quieren te llaman, cuando quieren te botan.

Entonces encontraste un momento y te zafaste.
No es tan simple como eso. No era solamente me voy a vengar o voy a cobrarles la factura. No era una cosa tan primaria. En todo caso, por alguna vez en la vida era decidir cuándo salir, salir en una escena de la obra en la que el público está aplaudiendo todavía y no cuando te están tirando tomates.

Pero también el productor está dependiendo de ti porque tu programa era el único que funcionaba.
Sí, pero los productores saben a lo que se meten cuando trabajan conmigo. Yo no tomé la decisión porque amanecí con la luna y me rayé y patié el tablero. Antes lo conversé con ellos. Y es curioso, pues mi productor me dijo que él había soñado que yo los reuní a todos y saqué pastillas y les dije: “Muchachos, vamos a suicidarnos juntos”. Salirse de un programa exitoso es un suicidio profesional.

¿Qué te dijo Anchorena?
No me dijo nada porque nunca más hablé con él. Es descortés.

En el tema Bayly también hubo patada en el trasero. ¿Va a haber entrega de vuelto?
Tengo que decirle a mis colegas que están sobreestimando un poquito a Jaime. En el caso del canal 2, Jaime no tuvo nada que ver, fue un problema político que no tuvo que ver con Bayly por nada.

¿No tuvo que ver por el tema de la piratería del libro?
Jaime es una especie de espíritu que aparece en los momentos críticos. En todo caso, creo que siempre es “Si me tuerzo un tobillo en un buzón sin tapa, es Bayly quien le quitó el buzón”. Es una cosa reciente que tiene que ver con el afán de la prensa de espectáculos de encontrar la enemistad.

Si esto le has hecho al 5 (salir del canal en un buen momento), ¿cómo podría ser tu revancha con Bayly?
A lo que haga o no haga en el 2 podría terminar siendo una revancha con ese señor (Bayly).

¿Su intervención en la televisión catapultó a Ollanta?
Yo creo que le debería pagar un bolo.

En tu columna dices que Aldo Mariátegui es como el villano que se merece nuestra televisión.
Es mejor que un periodista sea visto como la peste a que digan de él “Es un amor”.

¿Con qué ánimos entras a canal 2? Al leer tu columna en Perú 21, veo que quieres que la gente esté tranquila.
Tengo ánimo de llevar la fiesta en paz. Creo que para épocas tempestuosas ya tuve suficiente, eso no me divierte ni me da de comer ni me interesa.

Porque hubo rumores de renuncias.
Los mencionados son los que yo intuyo que no estaban tan felices. Hay rumores fuertes que yo iba a hacer “Sin medias tintas” o que iba a serruchar a Carlín.

Lo que todo el mundo piensa es que esto ya estaba conversado previamente antes de incluso de que entraras al 5.
Qué tal suposición maquiavélica.

¿Cuándo entonces hubo el contacto?
Concretamente, con una oferta, quiero esto y cuánto hay, en Nueva York.

¿Y cuál es la fórmula para el éxito?
No sé, no hay fórmula. De repente puede sonar a una especie de autosuficiencia, yo creo que tú sabes cuándo puedes hacer algo bien y no te vas a quedar tirando cintura. Una cosa es si estás en la última etapa de Fujimori – Montesinos, porque sabes que si pierdes tu espacio, no vas a tener otro. Pero en este momento, que hay tanta competencia, tantos medios, en que yo sentía que esta pequeña temporada en Buenos Días había sido la mejor de mi carrera televisiva, dije pues: “Algo va a salir, de todas maneras”.

De verdad, diste el salto sin red.
¿No es coherente con mi biografía? Creo que hace perfecto match con toda mi vida anterior.

Bueno, tú ya habías tenido golpes del destino.
Pero justamente, los golpes te encallesen un poquito.

Pero la oferta de Baruch existía, digamos, ¿aunque sea vaga?
Yo no había hablado con Baruch desde que estuve la última vez en el canal. De hecho, los empresarios como él no son como tus patas que los llamas y les dices “¿Vamos, al cine?”. Son un poco inaccesibles. Ya hacía como tres semanas que estaba con ese bichito de “¿Y si me voy hoy día? ¿Y si ya no vengo mañana?”

Pero no tienes un motivo más allá.
No, me encantaría decir: “Ah, sí, porque me pararon una nota”. Eso de “Soy censurado”, eso sí, se ve cada vez menos. Está ya pasado de moda. Pero no, nunca tuve ningún problema. Es justo que diga que durante esta etapa no tuve ningún tipo de cortapisa ni de límite con invitados, con temas. Hicimos de verdad lo que nos dio la gana. Excepto, entrevistar a Genaro. Eso sí fue imposible. Bueno, me pasó con el documental de Vargas Llosa, que terminó saliendo en Panamericana, y cuando vieron a Genaro fue como ver al exorcista. Pero bueno, es un personaje de la tía Julia, no podías no entrevistarlo.

Pero se puede decir que respetas más a Ivcher que a Ernesto Schutlz.
Muchísimo más. Sí, claro. Además con Baruch he trabajado mucho más tiempo. He hecho 5 programas en 11 años. Buenos, malos, regulares, exitosos, desastrosos. De todo. Entonces si me pongo a sumar, más tiempo he vivido en el 2. No voy a decir que es mi familia, porque yo tampoco soy muy apegado a la familia.

Porque a la gente le encanta decir que somos una gran familia.
Si tú me dices que este trabajo es una familia, me voy corriendo porque yo tengo pésimas experiencias con las familias. Si me dices una familia, me preocupo.

Bueno, pero a veces uno puede elegir a su familia.
Exacto, ahí está, eso me gusta más, familia elegida.

Finalmente, ¿vas a hacer un programa?, ¿dos programas?
Por ahora tengo más que suficiente con uno. Voy a dirigir y conducir el noticiero de la mañana que no se va a llamar “A primera hora” a partir del lunes. Y que no te puedo contar el nombre.

¿Junto a Jessica?
Eventualmente. Como te digo, ayer tuvimos una conversación.

Pero ella está feliz, lo ha dicho por Twitter. ¿Alguna vez has tenido una partner mujer?
¿Cómo que alguna vez? En Buenos días, Perú.

Sí, pero digamos una partner consistente, como lo fue Aldo.
Pero Romina es consistente.

Pero tu dinámica con Aldo fue diferente, conduciendo los dos. Otra cosa es tener bloques a tu cargo.
Lo que pasa es que no te acuerdas cómo era Aldo. Al comienzo era monosílabos.

Pero por él. En ese momento tenía limitaciones.
Bueno, era más fácil para él que yo hablara.

¿Qué sentiste cuando te reemplazaron por Mónica Cabrejos?
No me sentí reemplazado. Me sentí parchado, en todo caso. Yo estoy seguro que hubo ahí una redistribución de la riqueza. De todas maneras.

Digamos que tu dupla con Aldo funcionó muy bien. Pero yo dudo que con Jessica, por las personalidades, vayas a desarrollar esa química.
A Jessica no la conozco realmente. No somos amigos. Pero en la conversación que tuvimos con Jessica ayer, no solo nos mandamos flores. Nos hemos sacado algunos trapitos también. Los periodistas siempre tenemos asuntos pendientes y cuentas. Eso hubo en la reunión. Hemos hablado de esas cosas. Obviamente ella está preocupada por mantener un lugar en el noticiero. Pero además, digamos, lo que hemos discutido básicamente es un asunto de cuotas o de tiempos. Ya, cómo va a ser.

¿Tú vas a hacer 3 horas de entrevista, yo voy a leer 20 minutos de noticias? ¿O va a ser algo más democrático? Entonces le he dicho: “No va a ser democrático. Va a ser una dictadura”. O sea que va a leer sus 20 minutos de noticias.
No, no es cierto. Son 4 horas de noticiero. Y entonces, en el 5, a veces empezaba a entrevistar yo a las 7:30. Lo cual es una locura. Entonces la gente estaba haciendo la lonchera. Sí hemos quedado en que sea más democrática la partición. Ella quiere hacer entrevistas, y yo no me voy a poner en el plan de que “esto es mi juguete”. Lo que sí no vamos a hacer es una dupla porque ya sería una imitación. Y creo que ese es el error en que han caído todos.

¿Y otra dupla con otro hombre?
¿Para noticias? ¿Quién podría ser?

Porque lo gracioso en la mañana Federico y Sol Carreño implantaron un modelo de dupla hombre y mujer. Casi no veo duplas de hombres.
Bueno, dos mujeres siguen siendo el noticiero del 9.

Pero en la noche. La fórmula era en la mañana.
Claro, sí lo pensamos en un principio para el casting de Buenos días. Vino Renato Cisneros. No fue al casting porque le dijeron que era con Beto Ortiz y salió disparado. ¿Quién más? No sé. De verdad.

¿No harías algo loco como jalarte a Aldo Miyashiro?
¿Al noticiero? Eso es algo demasiado loco. Loco porque en Panamericana es el hombre fuerte. Tiene ahora 3 programas.

Pero irte a un canal más poderoso, limar asperezas con el amigo.
Bueno, yo no creo que tengamos asperezas. Para Aldo, el programa Enemigos es perfecto porque se ajusta a sus horarios biológicos. Él se levanta a las 2 de la tarde, desayuna a las 3, almuerza como a las 7, y empieza a trabajar a las 11 de la noche. Si el hiciera un noticiero mañanero llegaría del casino al noticiero.

Oye, Beto, ¿y la literatura?
Estoy escribiendo muy poco, la verdad.

¿Y no te sientes mal por eso? Porque eso es lo que realmente eres un escritor.
Gracias, pero también soy un periodista, ¿o no? ¿Quién decide eso? Soy un flojo, en realidad. Sí, no, haber recuperado la columna de Peru21 fue un paso a escribir más.

Pero allí también te dieron una pasada en el trasero.
Sí, se lo pregunté a Fritz y me dijo que fue por el dinamismo del mercado. Fue una respuesta de libre mercado. El dinamismo del mercado me ha permitido ahora volver. Pero, digamos, es curioso porque por ejemplo se supone que acá tengo un blog que nunca lo escribo. ¿Sabes por qué? Porque soy un periodista de la guardia vieja. Y necesito esa adrenalina del cierre, de la amanecida, del caldo de gallina. De la edición con tu lápiz rojo.

¿Por qué los periodistas viejos son tan reactivos?
Porque somos viejos.

Pero entraste al Twitter.
Y me encanta. Sí, el Twitter sí me encanta.

Tú y Rosa María Palacios son los más seguidos.
No, Rosa María tiene más. Es gracioso porque a veces Rosa María me parece la gordita chancona.

¿Los líderes de opinión no existen?
Creo que no. Las elecciones fueron el gran ejemplo.

Pero aquí no había líderes de opinión. Aquí eran pocos, Rosa María y Bayly.
Creo que ahora, si comparamos los ochenta, hay más. ¿Estaba Hildebrandt y quién más? Ahora, lo interesante para la gente ha sido también escuchar a unas voces disidentes.

Pero en las redes sociales, no en la televisión.
Estás siendo un poco injusta.

¿La sensación de poder a veces te ha embargado?
El programa de canal A en la candidatura de Toledo tenía un aire de resistencia, hasta poético. Estaban todos los medios alineados con el Chino. Pero yo tenía en ese momento 31 años. Y para mí, el único programa de televisión abierta que podía entrevistar a Toledo, era el mío. Y entonces Toledo iba interdiario. Era una época efervescente. Yo creo que sí. En ese momento me la creí un poco. En un contexto así, los políticos te llaman, te adulan. Los candidatos al congreso, si tú les decías “Ven disfrazado de Barney”, venían disfrazados de Barney.

¿Te arrepientes de eso?
Mi educación católica no tuvo éxito en que sienta culpa.

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