
Fuente y foto: www.eluniverso.com
El actor estadounidense Larry Hagman, famoso por interpretar durante más de una década al villano de televisión J.R. Ewing, de la serie Dallas y también recordado por su personaje del mayor Nelson en la comedia "Mi bella genio", deja un vacío en el mundo del espectáculo, luego de su fallecimiento el pasado viernes, a causa del cáncer que padeció como consecuencia de la cirrosis hepática, que lo aquejaba.
En su papel de J.R., el más intrigante empresario petrolero de Dallas, durante 13 años, Hagman fue, con su sombrero vaquero, una de las caras más reconocibles de las pantallas de televisión de todo el mundo. El programa se convirtió rápidamente en uno de los programas de mayor audiencia de la cadena estadounidense CBS.
Sus 356 episodios los vieron unos 300 millones de personas en 57 países del mundo. Este año se hizo una nueva versión del seriado. Nacido en Texas, Hagman se trasladó a Los Ángeles, donde fue criado principalmente por su abuela. Después de un breve periodo de trabajo en el campo, Hagman siguió los pasos de su madre en el mundo del espectáculo e incluso fue de gira y actuó en musicales con ella.
En su salto a la televisión, Hagman interpretó al astronauta Tony Nelson, en la comedia de televisión de los años 60, Mi bella genio, en la que su personaje descubría a una hermosa genio en una botella. Barbara Eden, su coprotagonista en este espacio, escribió al conocer de su fallecimiento en su perfil de Facebook: “Puedo decir honestamente que hemos perdido no solo a un gran actor, no solo a un ícono de la televisión, sino a un elemento de la cultura americana pura (...) Adiós Larry, no había nadie como tú antes y nunca habrá nadie como tú otra vez”.
La primera vez que actuó como J.R. Ewing fue en 1978 y se convirtió en su mayor éxito, en una serie que describía los excesos de los años 80. El propio actor poseía más de 2.000 sombreros de vaquero. Cuando "Dallas" terminó en 1991, Hagman apareció en películas de éxito como Nixon y Primary Colors.
Su biografía, Hello Darlin, publicada en el 2001, detalló sus coqueteos juveniles con las drogas y reveló el alcance de su batalla de cincuenta años contra el alcoholismo. Incluso en las jornadas de trabajo en el plató de Dallas, Hagman consumió cinco botellas de cava (vino espumoso) por día durante años y finalmente le diagnosticaron cirrosis del hígado en 1992.
Tres años después, recibió un trasplante de hígado y conservó una fotografía del donante del órgano sobre su espejo. “Rezo una oración por él cada mañana”, confesó. Pese a esto, Hagman siguió bebiendo en secreto hasta que otra operación en la que su vida corrió riesgo otra vez, lo forzó a dejarlo.
0 comentarios:
Publicar un comentario