El Festival de Cine de Lima, en su XV aniversario, ha decidido homenajear a uno de los actores más importantes del cine latinoamericano en la actualidad: Damián Alcázar.
De nacionalidad mexicana, Alcázar ha actuado en importantes largometrajes de diversos países, como El crimen del padre Amaro (Dir. Carlos Carrera, 2002), Sexo por compasión (Dir. Laura Mañá, 1999), La ley de Herodes (Dir. Luis Estrada, 1999), entre otros.
Alcázar ha sido anteriormente galardonado en la novena edición del Festival de Cine de Lima, en el 2005 con el premio a mejor actor por la película Crónicas (Dir. Sebastián Cordeo, 2004).
Luego de 6 años se le rinde un merecido homenaje con la proyección de 4 películas que permitió a los espectadores conocer la brillante carrera actoral de Alcázar, Chicogrande, García, Un mundo maravilloso, El infierno y La ley de Herodes.
Homenaje a Damián Alcázar
El homenaje que ahora le tributa el festival de cine de Lima, es un reconocimiento que trasciende un logro en particular para abarcar el permanente e infatigable espíritu de búsqueda y cuestionamiento con el que Alcázar ha enaltecido la profesión de actor. No importa que no sea capaz de asegurar lo que va a suceder con su personaje cuando las luces se encienden, la cámara corre y el sonido rueda, sus espectadores lo saben.
Damián Alcázar es un actor que no lo confía todo a la intuición, sino que estudia a sus personajes y reflexiona sobre ellos, que los contextualiza e interioriza, y que aplica en su caracterización lo que podríamos definir como una inteligencia actoral. Considera que el mayor error que puede cometer un actor es pensar que lo ha aprendido todo, que ha alcanzado la cima. Este espejismo termina por paralizarlo anulando su capacidad de redescubrir la vida para tener siempre algo nuevo que expresar mediante su arte.
Alcázar cuenta con más de treinta largometrajes protagonizados en México y otros países, en una ascendente trayectoria cinematográfica que inició luego de realizar estudios de actuación en el instituto nacional de bellas Artes, el Centro de Experimentación Teatral y la facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana, y de formar parte de dos campañas teatrales en las que trabajó bajo las ordenes de los más prestigiosos directores de escena de su país. A partir de 1985, un intenso quehacer profesional tanto en la pequeña como en la gran pantalla lo condujo a la obtención de su primer Ariel al mejor Actor en 1999 ha ganado en su carrera, con un total de siete estatuillas repartidas entre actuaciones principales y de reparto, además de otros muchos galardones internacionales de los que se ha hecho merecedor en San Sebastián; Valladolid, La Habana, Cartagena, Montecarlo y Miami.
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