Con gran éxito “El Cavernícola” sopló la velita de la torta que le brindó su amiga y fiel seguidora, Rossana Fernández Maldonado (La santa sazón). Así disfrutó el público una vez más del gran unipersonal que ya estaría llegando a su final.
Para todo aquel que aún no ha disfrutado de esta hilarante obra de autodescubrimiento y que funge también de cierta manera como terapia encubierta, aún tiene chance de hacerlo todos los sábados a las 8 de la noche en el Satchmo (cuadra 5 de la Av. La Paz).
“El Cavernícola” de Juan Carlos Fisher y con Gonzalo Torres continua, por sus últimas semanas, con la tarea de señalar con dedo acucioso la forma en que la brecha de géneros hace a hombres y mujeres, pelear, vivir, reconciliarse, amar y reír.
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