24 de octubre de 2011

Selena Gómez protagoniza "Princesa por accidente"

* Película se estrena el próximo 27 de octubre en las mejores salas de Lima.


Grace (Selena Gomez) es una chica común y corriente que se convierte en princesa de manera imprevista cuando un viaje familiar veraniego a París pasa a ser la fantasía de toda una vida. Después de vivir como la realeza, Grace, junto con sus dos mejores amigas, descubre quién es realmente —al asumir la identidad de otra persona.

La recién graduada de la preparatoria Grace (Selena Gomez) y su mejor amiga Emma (Katie Cassidy) están dejando sus trabajos como meseras en Texas para emprender un viaje a París. Pero la madre de Grace (Andie MacDowell) y el hombre próximo a convertirse en su padrastro (Bret Cullen) le imponen como chaperón a Meg (Leighton Meester), la hermanastra aguafiestas de Grace. Mientras tanto, el novio de Emma, Owen (Cory Monteith), está intentando estropear el viaje con todo y anillo y propuesta matrimonial.

Sin embargo, nada detendrá a Grace y Emma de un crème brulee en el Sena, y pronto, las dos amigas, con Megan a rastras, llegarán a Francia.
Ah, París…las luces…los bulevares…los…

Perdón, ¡pero no hay tiempo para eso! Paseadas fugazmente por sitios memorables por una guía de turistas hiperactiva, y desalentadas por su “lujoso” hospedaje y las frecuentes discusiones entre ellas, el ánimo del trío se viene abajo cual avión en picada.

Sin embargo, la suerte cambia cuando a Grace la confunden con Cordelia Winthrop Scott, mujer de la alta sociedad británica. Cuando las chicas se hacen involuntariamente de la invitación de Cordelia a un glamoroso baile de caridad en Montecarlo, se aprovechan de la oportunidad…toda la semana, una vez que abandonan su desesperanzador tour y parten rumbo al sur.

Con la absoluta libertad para hacerse de la gran suite, la ropa y accesorios de la distinguida mujer (incluyendo un collar de $4 millones de dólares), emprenden una aventura romántica entre fiestas en yates, partidos de polo y solteros sumamente deseados. Pero cuando se pierde el collar y la verdadera Cordelia se aparece de manera inesperada, Grace, Emma y Meg deberán de apelar a su encanto, audacia e ingenio sureños para evitar que su edulcorada vacación se convierta en un debacle absoluto.

Desde hace mucho tiempo un rito de pasaje para incontables jóvenes americanos es celebrar su graduación (o casi graduación, en el caso de Emma) con un viaje a Europa. La imponente arquitectura, sofisticada cultura y pródiga historia sirve como una escuela de señoritas virtual para jóvenes que se están preparando para portar los zapatos más grandes de la adultez. A todo eso súmale el encanto del romance y una gloriosa aventura, y, bueno, ¡comienza a hacer las maletas!

Para Grace Bennett (Gomez), quien siempre se siente como pez fuera del agua, Europa representa una oportunidad para encontrar todo lo arriba mencionado —y también para encontrarse a sí misma. “Grace es una chica realista y práctica que adora a su madre y amigos, pero, al mismo tiempo, siempre ha sentido que su destino está más allá de su pequeño pueblo en Texas”, comenta Selena Gomez. “Tiene la promesa de encontrar algo mejor y más grande, y deposita mucha esperanza, quizás demasiada, en que un viaje a Europa le abrirá puertas a su vida”.

Mientras tanto, Emma, amiga de Grace, tiene un novio devoto (Monteith), quien está decidido a casarse y llevar una vida tranquila. Emma quiere al sencillo, bondadoso y decente Owen, pero siente curiosidad por ver si quizás un toque de romance europeo exótico pueda ser más de su gusto. Hay muchos peces en el mar — ¿por qué conformarse con el primero que pique? “Emma ve su viaje con Grace como un cuento de hadas —irán a París, conocerán a hombres atractivos y tendrán experiencias maravillosas”, describe Katie Cassidy. “Emma es la que hace que las cosas avancen, dispuesta a tomar riesgos y a romper una que otra regla”.

Ambas chicas ven la presencia de Meg (Meester) como una intrusión indeseable —un mosca en su espumosa copa burbujeante. Por ponerlo de una manera sencilla, Meg nunca fue conocida como el alma de la fiesta. “Meg perdió recientemente a su madre y todavía está un poco traumada por lo mismo. Está hasta cierto punto emocionada por visitar Francia, pero no bajo esas circunstancias, y ciertamente no con estas dos chicas”, explica Leighton Meester. “Un poco cerrada emocionalmente, se ve como alguien mucho más educada y madura que Grace y Emma”. Selena añade: “Meg es muy cercana a su padre y no quiere que se vuelva a casar. Así que resiente a la madre de Grace, lo que significa que resiente a Grace. Meg y Grace definitivamente chocan al principio. Pero conforme la historia se desarrolla existe un arco maravilloso entre las dos”.

Con Meg a rastras, el tour a París que Grace diligentemente reservó, comienza con expectativas no muy alentadoras, y al poco tiempo empeoran. Un diminuto y deprimente cuarto de hotel, una guía de turistas que parece sargento y un pésimo clima hacen que Meg compare su viaje con una parte particular de su anatomía. Grace, que se siente todavía más inadaptada socialmente de lo que se sentía en Texas, confiesa miserablemente, “Perdón por haber pensado que las cosas iban a ser distintas para mí en París”.

Pero un oportuno viento de cambio está a punto de soplar en la improbable forma de Cordelia Winthrop Scott, una malcriada niña británica de la alta sociedad. Después de ver cómo Cordelia hace un pequeño berrinche en un gran hotel, donde se han metido para resguardarse de la lluvia, las niñas quedan estupefactas cuando se dan cuenta que Grace es un réplica exacta de la irritante heredera. Con cierto incentivo (mejor dicho, insistencia) por parte de Emma, Grace decide intentar llevar a cabo una farsa descarada. Su personificación exacta de Cordelia las lleva a Montecarlo, donde las chicas, ya instaladas en el lujoso Hotel de París, comienzan a vivir en grande. Realmente grande. Montecarlo grande.

“Esta historia está planteada un poco como una fábula del Mago de Oz”, explica el director y coguionista Thomas Bezucha. “Las chicas vienen de un lugar remoto rodeado de tierra, así como Dorothy Gale, y viajan a Montecarlo, que sería la Ciudad Esmeralda. Estamos haciendo una versión ficticia de Francia —se ve como una canasta de Pascua gigante, colorida y cubierta de azúcar”.

Al notar que la película tiene matices de How to Marry a Millionaire y Roman Holiday, la productora Denise Di Novi declara, “París es una ciudad muy romántica, idealizada por muchas jóvenes estadounidenses. Para Grace, Emma y Meg, el París de sus sueños no está resultando ser. No es inusual que las expectativas idealizadas de vida de un joven —llámense viajes, citas o trabajos— se enfrenten a la realidad. Sin embargo, nuestras chicas tienen la oportunidad de cambiar su suerte, y la aprovechan. Todo el camino, hasta el sur de Francia.

“Ésta es una de esas películas juveniles difíciles de encontrar, que tiene tanto la diversión como el lujo de una gran comedia, y que también es un remunerador viaje emocional y de transformación para los personajes”, añade Di Novi. “Cada niña está pasando retos personales con las cuales la audiencia se puede sentir claramente identificada”.

El primer reto para Grace, Emma y Meg es ganar tiempo para poderse probar todo el notable guardarropa de la chica de la alta sociedad. De hecho, Cordelia viaja regularmente con cientos de miles de dólares de vestuario de alta costura (Dior, da la Renta, Gucci, et al), y todo cae, al menos de manera temporal, en manos de las tres chicas de Texas.

“Creo que es la fantasía de toda niña usar ropa espectacular y sentirse como una princesa, y eso es lo que hacen nuestros personajes en esta película”, comenta Katie Cassidy. “Emma lee Vogue e In Style y cree que está hasta cierto punto a la moda. Siempre se da a la tarea de hacer que Grace y Meg estén listas para encuentros formales, como el baile y la subasta de caridad”.

Las recién formadas princesas conocen a su respectivo Príncipe Azul en una variedad de maneras y lugares. A Emma le presentan en una subasta a un ridículamente atractivo y verdadero príncipe italiano, (Giulio Berruti). Meg se topa, literalmente, con un joven australiano de nombre Riley (Luke Bracey) en los escalones de la Basílica Sacre Coeur de París.

Mientras tanto, Grace se siente atraída al adorable, pero impaciente Theo (Pierre Boulanger), cuyo adinerado padre (Christophe Malavoy) es anfitrión de la subasta de caridad en Montecarlo, a la que ‘Cordelia’ asistirá. “A Grace le gusta Theo, pero él sólo la conoce como Cordelia, por lo que ella se siente insegura sobre cómo él reaccionaría si conociera su verdadera identidad”, explica Gomez. “Theo es tan fino y sofisticado, que de ninguna manera él podría interesarse en una chica de un pequeño poblado de Texas”.

Ahora bien, poco sabe ella que, de hecho, Theo desprecia el tipo de mocosa altanera y de la alta alcurnia que Cordelia personifica. “Esta historia es una mirada cómica a un choque de culturas”, comenta Pierre Boulanger. “A pesar de su propio estatus, a Theo no le importa la gente extravagante, por lo que al principio hace un juicio negativo precipitado acerca de Cordelia. Sin embargo, queda sorprendido de que ella no es la niña que esperaba —esto se debe a que la amabilidad y simpleza de Grace se ha filtrado a través de la encarnación que ha hecho de otra persona”.

El director Tom Bezucha comenta: “Cada chica tiene un romance, pero no es acerca de los tipos, es acerca de cómo ellas se ven en su relación con ellos. No se están preguntando, ‘¿Le gusto?’, sino, ‘¿Me gusto a mí misma cuando estoy con él?’”.

Si bien Grace, Emma y Meg aprecian sacar grandes provechos de la alta sociedad francesa, su diversión se ve seriamente amenazada ante la muy marcada probabilidad de que el engaño pueda ser descubierto en cualquier momento. Esa posibilidad se vuelve todavía más latente cuando las sospechas de Alicia (Catherine Tate), tía de Cordelia, se avivan. Majestuosa, intimidante y sumamente solícita, “Alicia no es alguien con quien se juega”, explica Catherine Tate. “Alicia es la tía, por matrimonio, de Cordelia, así que supongo que se casó con un tío rico, que ahora está muerto, y conservó su título y dinero. Alicia siente de manera instantánea algo diferente en ‘Cordelia’, particularmente cuando deja ver que en realidad le importan los niños de la organización caritativa que está aquí para apoyar”.

La bandera de precaución levantada por la tía Alicia es agitada frenéticamente cuando la Cordelia real llega. El ardid es descubierto, pero las travesuras apenas comienzan. “El tercer acto es muy parecido a una farsa francesa”, comenta Bezucha. “Azotones de puertas, personajes que se cruzan, pero que no se dan cuenta, y mucha comedia física. Las chicas hacen algunas cosas que están innegablemente mal, pero al final su propia decencia es lo que las salva.

“Esta es una historia de romance y aventuras acerca de adultos jóvenes cuyas vidas están a punto de suceder”, continúa. “Están decidiendo quiénes van a ser en esas vidas y lidiando con cuestiones de identidad y confianza, mientras buscan su lugar en el mundo”.

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